La búsqueda que mantenía en vilo a Capilla del Monte tuvo un desenlace trágico. Cristian Sergio Fink, de 37 años, y su hijo Álvaro Fink Olariaga, de apenas 3, fueron encontrados muertos este jueves en las aguas del Dique El Cajón en Córdoba, tras haber desaparecido el miércoles por la tarde.
Desde la Fiscalía de Instrucción de Cosquín confirmaron que personal del Departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR) y de la Policía provincial hallaron los cuerpos en la zona de búsqueda, “enganchados en unas ramas en una zona de más de dos metros de profundidad”.
Los rescatistas continuaban con las tareas de recuperación de los cuerpos, mientras la investigación sigue en curso.
La principal hipótesis: un accidente
Las primeras conclusiones apuntan a que padre e hijo fueron víctimas de un trágico accidente. Según informaron, se encontraban jugando a la orilla del lago cuando el niño habría caído en un pozo. El padre, en un intento desesperado por rescatarlo, se arrojó detrás de él, pero ambos murieron ahogados.
Lorena, esposa de Cristian y madre de Álvaro, relató las últimas horas antes de la desaparición: “salieron de casa como otras veces para ir a la playa, a jugar, a tirar piedritas. Como no volvían, porque se fueron a las 6 de la tarde y se puso frío, yo los llamé y no contestaban”. Alarmada, se dirigió al lugar y encontró el vehículo. “Encontré el auto cerrado. Solo, vacío. No se lo ve forzado, nada”, contó a un medio cordobés.
Al no obtener respuestas, dio aviso a la Policía y comenzó un operativo de búsqueda que movilizó a vecinos y autoridades durante más de 24 horas.
La mujer descartó cualquier situación extraña en torno a la desaparición: “Cristian tiene mucha gente que lo conoce por su trabajo, arregla máquinas, con su servicio técnico. Tiene un entorno de buena gente”.
Un escenario engañoso
El director general de Departamentales Norte de la Policía de Córdoba, comisario general Ariel Vargas, describió las características del lugar donde se produjo la tragedia. Señaló que se trata de “un dique pequeño, tendrá unos 400 o 500 metros de ancho, no es tan profundo, pero sí por la época del año tiene muchos musgos y hay varias bahías que hacen colchones, como un césped sintético que puede haberse creído que es tierra firme y no lo era”.
La noticia conmocionó a toda la comunidad, que siguió de cerca la intensa búsqueda y hoy llora la pérdida de Cristian y su pequeño hijo.
Fuente: Medios
