Carta del lector

Un día cualquiera, como el de hoy, manejando por mi bella ciudad veo un mástil con una bandera argentina raída y sucia…
Me hizo reflexionar en una Argentina tan querida, tan sentida y defendida desde nuestro patriotismo y sentimiento de pertenencia quienes tenemos la fortuna de vivir aquí.
En un año de elecciones políticas donde no sabemos con certeza nuestro destino, me pregunto a quiénes de verdad les importamos, donde la corrupción es moneda corriente (que de hecho ya votamos sabiendo que esto es parte de la política y no es motivo de decisión).
En un año donde vemos sin asombro que hay un 66% de niños en situación de pobreza, sabiendo que no hay escapatoria y que esto se va a seguir agravando.
Los que seguimos apostando por nuestro país necesitamos un aliciente, una muestra de verdad… seguir creyendo que podemos ser mejores, que podemos ser honestos, que podemos resolver nuestros problemas sin más que buenas intenciones.
Se ve tan fácil y a la vez tan complicado… tener políticos que dejen de mirar el ombligo propio y empiecen a mirar las necesidades reales de la gente. Que dejen de pensar en sus grandezas y sus egos. Ser conscientes de sus decisiones, las que nos afectan a todos y cada uno de los habitantes.
Es increíble pensar que no les importamos. Que no les importa que más de la mitad de los niños que viven aquí no puedan tener sus comidas diarias. Ni hablar de un par de zapatillas nuevas o un juguete como se merecen para tener una infancia digna... no llena de carencias como es hoy día.
Me duele reflexionar… un país que podría ser próspero, lleno de oportunidades y desafíos…
Un país donde la educación pública y el servicio de salud aún están en vigencia.
A las personas que se dedican a la política entonces les pediría: sean empáticos, dejen las diferencias partidarias de lado, trabajen juntos sin importar el color político, dejen de alimentar sus propios egos para darnos la oportunidad de volver a creer, de volver a apostar por nuestro país.
A nosotros las alianzas no nos interesan, ¡las peleas internas partidarias tampoco!
¡Defiendan las Instituciones, defiendan los derechos y la estabilidad que el Estado debe proveernos!
Sin cambios drásticos este país no tiene oportunidades. 
Un día debe comenzar el cambio…
¡Empiecen hoy!